Cuando la vida le presente mil razones para llorar, demuéstrele que tiene mil y una razones para sonreír.

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jueves, 21 de enero de 2010

ORIENTACIONES PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO 2


SEÑALES DE ALERTA

Sindrome Presuicidal:
Retraimiento de los sentimientos y el intelecto, inhibición de la agresividad, la cual ya no es dirigida hacia otras personas sino hacia sí, y la existencia de fantasias suicidas.

Las señales de alerta más significativas son:

  • Habla de suicidarse.
  • Ofrece señales como "No sere un problema por mucho tiempo más" o " si me pasa algo quiero que sepan..."
  • Comunica sentimiento de soledad y aislamiento.
  • Manifiesta emociones contenidas de alejamiento y huida.
  • Expresa sentimientos de impotencia, aburrimiento, inutilidad, fracaso..
  • No responde a los elogios.
  • Tiene dificultades para dormir y comer.
  • Muestra cambios radicales en su compotamiento.
  • Se aleja de sus amigos y/o actividades sociales.
  • Pierde interés en sus aficiones, sus estudios o su trabajo.
  • Regala sus posesiones más apreciadas.
  • Corre riesgos innecesarios.
  • Pierde el interés por su apariencia personal.
  • Aumenta el consumo de bebidas alcoholicas o de drogas.
  • Cierra asuntos.
  • Piensa que su sufrimiento es muy grande o ha durado tanto que cree que ya no puede con él.
  • Piensa constantemente en la muerte.
  • Tiene ideas definidas sobre cómo quitarse la vida.
  • Tiene dificultad para concentrarse.
  • Le da vueltas y más vueltas a problemas que parecen no tener solución.
  • Aumentan las molestis físicas, frecuentemente asociadas a conflictos emocionales.
  • Escucha voces que le instruyen a hacer algo peligroso.
  • Empeora un posible estado de depresión.
Fuente: "Afrontando la realidad del suicidio: Orientaciones para su prevención" FEAFES, CEIFEM, Caja Madrid

ORIENTACIONES PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

El suicidio es una de las tres principales causas de mortalidad en todo el mundo y provoca más de un millón de falleciminetos cada año.
En el 90% de los casos la persona sufría algún tipo de enfermedad mental.

Para la OMS el acto suicida es toda acción por la que un individuo se causa a sí mismo un daño, con independencia del grado de intención y de que conozcamos o no los verdaderos motivos, y el suicidio como la muerte que resulta de un acto suicida.

Debemos distiguir entre:
  • Ideación suicida: deseos, pensamientos y planes para cometer un acto suicida.
  • Conductas suicidas:
- Intento de suicidio.
- Suicidio consumado.
- Parasuicidio: conducta autolesiva, no mortal, en la que no es esencial la intencionalidad
u orientación hacia la muerte.

Suicidio y enfermedad mental

El 90% de las personas que se suicidan tenían uno o más trastornos psiquiátricos.
Las enfermedades mentales relacionadas con una mayor tasa de suicidios son: esquizofrenia, depresión,trastorno bipolar, trastornos de ansiedad y trastornos de personalidad, abuso de sustancias y trastornos de la conducta alimentaria.

Mitos
  • El que se quiere matar no lo dice: De cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas dijeron claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones.
  • El que lo dice no lo hace: Todo el que se suicida expresa previamene con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta sus intenciones.
  • El suicidio no puede ser prevenido pues ocurre por impulso: Antes de cometer un suicidio se evidencia una serie de sintomas definidos como Sindrome Presuicidal.
  • Al hablar sobre el suicidio con una persona que esté en riesgo se le puede incitar a que lo realice: Hablar sobre el suicidio reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que se le ofrezca para el análisis de sus propósitos.
  • El suicida desea morir: El principal deseo no es especificamente morir, sino poner fin a su dolor, el cual les parece insoportable.
  • El que intenta el suicidio es un cobarde/valiente: Los que intentan el suicidio no son ni valientes ni cobardes, sino personas que sufren.
Fuente: "Afrontando la realidad del suicidio: Orientaciones para su prevención" FEAFES, CEIFEM, Caja Madrid.

MUSICOTERAPIA



AFDA organiza un Taller de Musicoterapia donde conoceremos los beneficios de esta terapia en la salud mental.
Se llevará a cabo los martes 19 y 26 de Enero y 2, 9 y 16 de Febrero de 17h a 18,30h.
Más información:
asocafda@hotmail.com


La musicoterapia es el uso de la música y/o sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta cualificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La musicoterapia tiene como fin desarrollar potenciales y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.

Los efectos de la musica en la conducta

La influencia de cada uno de los elementos de la música en la mayoría de los individuos es la siguiente:

Tempo: los tempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.

Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.

Armonía: es cuando suenan varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.

Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.

La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que si son muy intensas y prolongadas pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.

La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.

La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento.

¿CÓMO SABER SI TENGO UNA DEPRESIÓN?


Los síntomas más frecuentes son:

. Estado de ánimo abatido, triste o apático (con llanto fácil).

. Cansancio y/o fatiga exagerada.

. Pérdida de ilusión por la vida y de interés por las actividades cotidianas.

. Alteraciones en el peso corporal (aumento o disminución).

. Trastornos del sueño (insomnio o excesiva somnolencia).

. Disminución de la conducta sexual o aumento exagerado de la misma.

. Ideas negativas y pesimismo, sentimientos de culpabilidad y/o desvalorización.

. Trastornos psicosomáticos, como dolores de cabeza, musculares, mareos, inapetencia (esto seria la depresión enmascarada, que también puede aparecer detrás de cualquier conducta adictiva).

TIPOS DE DEPRESION


Como sucede con la mayoría de las enfermedades físicas o psicológicas, la depresión también tiene un amplio espectro de intensidad y alcances, lo que determina que se clasifiquen, según origen y efectos, distintos tipos de depresión:

Depresión severa

Es el grado más alto de la enfermedad que se traduce en una incapacidad absoluta para trabajar, estudiar, dormir, comer o realizar cualquier tipo de actividad cotidiana o que producían placer como ocurre en los casos en que se abandonan las aficiones y el esparcimiento. Por lo general existe cierta predisposición a padecer la enfermedad, y si bien un caso de depresión severa puede ocurrir sólo una vez en la vida, es frecuente que se repita en el tiempo.

Distimia

Es un nivel menos grave de depresión que incluye síntomas crónicos a largo plazo, por lo general un mínimo de 2 años. Es muy fácil confundir un estado de distimia con estrés o cansancio. Los efectos de este tipo de depresión no incapacitan tanto pero impiden un normal desarrollo de los hábitos más comunes. Afecta entre el 3 y el 6% de la población general.

Los síntomas han sido descritos como un "velo de tristeza" que afecta a la mayoría de las actividades. Los pacientes no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza.

Trastorno bipolar

También conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es bastante infrecuente pero no por eso menos grave. Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Los cambios anímicos suelen ser paulatinos pero hay que prestar especial atención a cada uno de ellos. Cuando la persona atraviesa el período depresivo, es común observar todas las características de una depresión severa.

Por su parte cuando se manifiesta el ciclo maníaco, es posible que en la euforia e hiperactividad de esta fase, la persona se vea involucrado en problemas o emprendimientos (económicos, personales, etc.) que luego no podrá manejar. El trastorno bipolar se encuentra a un paso de un estado psicótico (pérdida temporal de la razón).

Depresión Posparto

Definida en los tratados médicos como "baby blues", esta sensación de tristeza, llanto repentino y dificultades de la concentración, suelen manifestarse aproximadamente a los 4 días posteriores a dar a luz, y desaparecen alrededor de los 10 días. Sin embargo pueden llegar a intensificarse y perdurar. En ese caso se está ante la presencia de una depresión post-parto y es necesario requerir asistencia profesional para salir de esa condición.

D.A.E

Desorden Afectivo Emocional. Es la depresión que ocurre en la misma temporada cada año, por lo general durante los meses de otoño o de invierno. También existe una clase más rara, la cual ocurre a principios del verano y termina en el otoño. Esta no es una tristeza normal, debido a que persiste por mucho tiempo y es preciso solicitar ayuda médica.

Depresión Doble

En un estudio a largo plazo, casi todos los pacientes con distimia sufrieron como mínimo un episodio de depresión mayor (a veces denominada como depresión doble) en algún momento de su vida. Algunos expertos creen que estas depresiones dobles deben ser consideradas como parte del curso natural de la distimia. Las mujeres pueden ser más susceptibles a la depresión doble.

Depresión Atípica

Las personas con depresión a típica generalmente comen y duermen con exceso, tienen un sentido general de pesadez, y un sentimiento muy fuerte de rechazo.

miércoles, 20 de enero de 2010

CONSEJOS PARA EL FAMILIAR DE UNA PERSONA CON DEPRESIÓN


1 -Es difícil comprender lo que siente un deprimido
A simple vista no le ocurre nada. No tiene fiebre ni dolores. Por eso sus familiares no comprenden de qué se lamentan, y piensan que no hace ningún esfuerzo para salir de su estado, frecuentemente dicen: “No pone nada de su parte”.

Si has padecido un cólico renal, un dolor por un trauma, una severa gastritis, tienes elementos de comparación para poder entender perfectamente al que se retuerce de dolor, pero si no has padecido una depresión, careces de los puntos de referencia subjetivos para entender esta enfermedad.

2 -No hay que preguntar al deprimido: ¿Qué es lo que te pasa?
El deprimido no sabe por qué está enfermo. Los seres humanos tendemos a buscar una explicación lógica a nuestras sensaciones y sentimientos. Lo mismo le ocurre al deprimido, busca un problema reciente y le achaca la culpa.

3 -No repetir constantemente argumentos para hacerle comprender al paciente que sus argumentos son irreales o desproporcionados.
Muchos pacientes insisten en que están gravemente enfermos, que su negocio va a la quiebra, que es un profesional inepto, que es una mala madre y esposa, etc.

Si usted insiste en que todos estos argumentos no tienen nada que ver con la realidad, en lugar de tranquilizarlo, el paciente se excita y se agobia, y terminará desesperándose, por lo que le recomiendo no insistir en entablar este tipo de diálogos.

4 -No hay que enfadarse con el deprimido.
La persona que está deprimida, no está así por su gusto, ni puede salir de este estado voluntariamente.

Cuando le dices al pariente deprimido: “No haces nada por salir de esta situación”, “tú no quieres curarte”, “anímate, arréglate, busca como salir”. Al ver que el paciente no responde a estos estímulos, los familiares tienden a enfadarse.

Pero haciendo esto, el deprimido se desespera, y aumentan sus sentimientos de culpa y de indignidad. Carece totalmente de efecto positivo.

5 -Empaquetarlo y mandarlo al trabajo.
Lo debemos de animar o disuadirlo de asistir al trabajo, es una situación delicada. Hay que animarlo mientras los síntomas de la depresión no sean muy graves. En caso contrario, sería conveniente buscar un subsidio, pues si asiste al trabajo su rendimiento laboral será muy malo, puede desprestigiarse y tener problemas con los compañeros.

6 -Algunas personas recomiendan un viaje al deprimido.
Nada más alejado de la realidad. Esfuerzo y gastos perdidos. Lo primero que el deprimido mete en su valija es la depresión. La llevará consigo a donde vaya y le imposibilitará por completo disfrutar del nuevo ambiente.

7 -No humillar al deprimido.
Muchas personas reaccionan muy mal ante un deprimido, les dan un trato humillante como: “Lo que pasa es que como no tienes problemas importantes, te deprimes, si tuvieras algo de qué preocuparte”, “la depresión es cosa de ricos, si tuvieras que ganarte la vida como yo, trabajando en los mercados de sol a sol, te faltaría tiempo y ganas para estar haciéndote el enfermo”.
Estos comentarios desafortunados, no colaboran en nada en la mejoría del sujeto, más bien irritan y desesperan al paciente.

8 -El deprimido no tolera alegría junto a él.
El contacto con el deprimido es muy difícil. La enfermedad le obliga a sembrar tristeza, pesimismo y desaliento. No tolera alegría junto a él, los intentos de los familiares y amigos por animarle son un fracaso y duran instantes. Sufren y hacen sufrir a la familia. Muchos familiares, los más cercanos y afectuosos con el enfermo, terminan padeciendo ellos también de depresión reactiva al trauma de convivir con el enfermo.

9 -¿Qué hacer?
Los egoístas se despreocuparán del enfermo, su único interés es que el enfermo no les estorbe, no les moleste con sus quejas y limitaciones. Abandonan al enfermo a su suerte o lo internan en el hospital psiquiátrico o en una clínica.

Los que quieren al deprimido, harán todo lo posible por ayudarle, lo más importante es recordar que todo desaparecerá al curarse la enfermedad y, por tanto, la AYUDA MÁS VALIOSA ES INDUCIRLO AL TRATAMIENTO ADECUADO. El deprimido por su pesimismo y su típica convicción de que “no tiene remedio” tiende a abandonarse a su destino y no acudir al médico o a no tomarse los medicamentos.

10- Explicarle que está enfermo
En lugar de hacer lo que habitualmente se hace, que es argumentar sobre la falsedad de sus temores, es mejor EXPONERLE SERENAMENTE QUE ESTÁ ENFERMO, y que la enfermedad es la que le impide ver las cosas como son, que por eso ve las cosas muy negativas, que la enfermedad le provoca todos esos síntomas, en cuanto se cure, él mismo va a ver las cosas diferentes, esto facilitará convencerle de que debe buscar ayuda médica.

Noticia: La depresión se ha convertido en la principal enfermedad mental de la mujer


La depresión se ha convertido en la principal enfermedad mental que afecta a la mujer, con una incidencia tres veces superior a la del hombre, según las conclusiones de un encuentro de psiquiatras y médicos de atención primaria de toda España celebrado en Sevilla.

Actualmente se estima que una de cada cinco mujeres tiene riesgo de sufrir una depresión a lo largo de su vida y en estos momentos se trata de la patología que causa la mayor carga social (discapacidad y años perdidos a causa de la enfermedad).

Según una encuesta, hasta un 60% de las mujeres que la sufren en España tiene más de 45 años. Este hecho, según los especialistas, se explicaría por las características específicas de esta enfermedad en la mujer, en conexión normalmente con la menopausia u otros cambios hormonales femeninos.

De hecho, un 38% de las depresiones en la mujer se asocian con la menopausia y un 17% con situaciones premenstruales.

Hay tres causas principales, que mezcladas entre sí, explicarían el hecho del mayor número de depresiones en la mujer, según José Giner, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. “En primer lugar, el factor cultural influye de forma determinante -según este especialista- porque habitualmente se espera del género femenino que exprese más sus emociones, algo que no ocurre en el varón".

En consecuencia, el hombre expresa menos lo que siente y no se queja de depresión, ni va al médico con la misma facilidad. Por eso, en la mujer, la depresión se detecta más fácilmente y se trata con más frecuencia que en el hombre”.

Además, “la mujer es más sensible que los varones desde el punto de vista endocrinológico, por lo que pequeñas variaciones hormonales pueden ser causa de cambios psicológicos”.

La tercera -y más importante para el profesor Giner- sería de tipo social. “La mujer es la que lleva las riendas de la casa, y esto supone un trabajo muy amenazado, porque cualquier cosa que vaya mal en este ámbito (problemas de los hijos, de la intendencia doméstica, etc.) le afecta. Sin embargo, el varón tiene más posibilidades de escapar de ese mundo y de cualquiera de esas situaciones de estrés”, explica el especialista.

Para Miquel Roca, coordinador de la Unidad de Psiquiatría del hospital Juan March en Palma de Mallorca, la depresión debería tratarse como una enfermedad crónica. “Uno de cada seis españoles sufrirá, al menos, un episodio de depresión a lo largo de su vida y, al menos, el 50% de éstos volverá a recaer posteriormente, asegura el especialista.

lunes, 18 de enero de 2010

CONSEJOS PARA SUPERAR UNA DEPRESION

Aparte de pedir ayuda a un médico, terapeuta o una asociación especializada, hay cinco cosas que puedes hacer para encontrarte mejor.

1. Ejercicio físico.
Anda a paso ligero de 15 a 30 minutos cada día -o baila, haz footing o coge la bicicleta, si lo prefieres. A las personas deprimidas no les suele apetecer estar activas. Pero, de todos modos, fuérzate un poco (pídele a un amigo que te acompañe si lo necesitas para estar motivado). En cuanto hagas del ejercicio un hábito, no tardarás mucho en percibir un cambio a mejor en tu estado de ánimo.

Además del ejercicio aeróbico, algunas posturas de yoga ayudan a aliviar los sentimientos depresivos. Prueba la postura del perro con la cabeza hacia abajo o la de piernas arriba contra la pared (puedes encontrar estas dos posturas en páginas de Internet sobre yoga).

Hay otros dos aspectos del yoga -las técnicas de respiración y la meditación- que también pueden ayudar a encontrarse mejor a las personas con depresión.

2. Cuídate alimentándote bien.
La depresión puede repercutir sobre el apetito. Cuando están deprimidas, a algunas personas no les apetece nada comer, mientras que otras lo hacen en exceso. Si la depresión ha afectado a tus hábitos alimentarios, tendrás que tener muy presente la necesidad de alimentarte bien, ya que la alimentación puede influir sobre el estado de ánimo y el nivel de energía de una persona. O sea que come abundante fruta y verdura y sigue un horario de comidas regular (aunque no tengas hambre, intenta comer algo ligero, como una pieza de fruta, para mantener un buen nivel de energía durante todo el día).

3. Identifica los problemas, pero no les des vueltas.
Intenta identificar las circunstancias que han contribuido a tu depresión. Cuando sepas qué es lo que te ha hecho sentirte triste y decaído y por qué, habla sobre ello con un amigo que te aprecie. Hablar es una forma de dar rienda suelta a los sentimientos y de recibir un poco de comprensión. Si no tienes a quién contárselo, abrir tu corazón escribiendo en un diario te irá igual de bien.

Una vez hayas aireado esos pensamientos y sentimientos, centra la atención en algo positivo. Toma medidas para solucionar tus problemas. Pide ayuda si la necesitas. Sentirse unido a los amigos y la familia puede ayudar a aliviar los sentimientos depresivos. (Y tú también puedes ayudar a tus allegados a sentir que pueden hacer algo por ti en vez de limitarse a ver lo trise que estás.)

4. Exprésate.
Cuando uno está deprimido puede tener la sensación de que tiene bloqueadas la creatividad y la capacidad para disfrutar de las cosas. Pero ejercitando la imaginación (pintando, dibujando, haciendo garabatos, cosiendo, escribiendo, bailando, componiendo música, etc.) no sólo podrás mantener tus jugos creativos fluyendo sino que tal vez te ayude a experimentar emociones positivas. Dedica tiempo a jugar con un amigo o con tu mascota o haz algo divertido a solas. Encuentra algo de qué reírte. La risa ayuda a levantar el ánimo.

5. Ve el lado positivo de las cosas.
La depresión repercute sobre los pensamientos de las personas, haciendo que todo parezca negro, triste y negativo. Si la depresión te está hacienda ver solamente lo malo de la vida, haz un esfuerzo por ver las cosas buenas. Primero concéntrate en ver una cosa positiva, luego intenta buscar otra más. Considera tus puntos fuertes, tus dones y lo afortunado que eres en algunos aspectos. Y, sobre todo, no te olvides de tener paciencia contigo mismo. La depresión no se cura de la noche a la mañana.

¿QUE ES LA DEPRESION?

La depresión es un trastorno anímico y mental que puede afectar a todas las áreas del individuo (sus pensamientos, sus sentimientos, su conducta, su funcionamiento corporal y social.) y con importantes consecuencias personales y sociales. No se trata de una tristeza pasajera o de un estado de ánimo bajo comprensible tras un acontecimiento vital negativo. Se trata de un estado duradero y que afecta de modo integral en el bienestar y en el funcionamiento de la persona afectada y de su entorno de relaciones

Este trastorno constituye, según los psiquiatras, la enfermedad mental del siglo XX y será la más importante en el XXI. "Se estima que entre el 5% y el 10% de los pacientes que acuden a un médico de atención primaria padecen esta dolencia." (1996. Organización Mundial de la Salud)

Lo preocupante, de todos modos, es que estamos ante un problema que no para de crecer en nuestra sociedad. El consumo de antidepresivos se ha multiplicado por tres en la última década y el de ansiolíticos, por cuatro.